¡YO COLECHO! - 10 Razones
- Lu Ñ.
- 22 ene 2018
- 3 Min. de lectura
Como punto de partida les cuento qué es el colecho. Es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con la madre o ambos padres, y puede ser practicado en la misma cama, en camas continuas o, cama+cuna unidas.
Les voy a contar primero mi experiencia.
Yo en el embarazo era una ratona de biblioteca traga información, y creo que muchas somos así, que al ser primerizas queremos hacerlo bien y queremos saberlo todo porque es tooodo un mundo esto de ser mamá, la crianza y todo. Pero no siempre la información llega (o la encuentras) a tiempo, y eso me pasó a mi. Compramos una cuna hermooosa, la arreglamos y ya estaba lista esperando a la llegada de Emi. Nació, y en verdad era agotadísimo tener que despertarme, levantarme de la cama, cargarla de la cuna, darle leche sentada en la cama quedándome dormida y luego tener que volver a ponerla en la cuna rogando que no se despierte. Y eso repetirlo varias veces durante toda la noche, todas las noches.
No recuerdo exactamente como fue, Emi no tenía más de un mes, que un día empecé a ponerla en mi cama, y yo sola me di cuenta de que tanto ella como yo dormíamos mucho mejor. Ya no tenía que levantarme, podía darle leche hasta dormida, y yo a pesar de estar dormida siempre tengo el sexto sentido alerta, por lo que soy como un sensor, y Emi no llega a despertarse nunca. Desde ese día he dormido con Emi en mi cama todas las noches, y lo sigo haciendo. Ya ha pasado más de un año y no lo cambio por nada.
Fue hasta varios meses después que me enteré que lo que yo estaba haciendo tenía nombre: Colecho, y que incluso habían estudios e investigaciones que lo recomendaban por todos los beneficios que tiene para con el bebé y la mamá. Al descubrirlo me metí de cabeza a buscar más información, y aunque sé que quizá varias ya lo sepan, sé bien que otras no. Así que en este post les contaré todo, y luego me dicen si se unen al club de las #ColechoLovers como yo.
1. Reduce el riesgo de muerte súbita del lactante.
2. Los bebés que duermen junto a sus madres tienen un sueño más tranquilo y reparador.
3. Maman 3 veces más que los bebés amamantados que duermen separados de sus madres. Este aumento de amamantamiento por las noches tiene efectos muy positivos en la salud del bebé.
4. Aunque los bebés que duermen junto a sus madres se despiertan un número mayor de veces para mamar, la duración de estos despertares es más breve y es parcial, por lo que el descanso del bebé y su madre es mayor.
5. El sueño del bebé que colecha con su madre es un sueño supervisado. La madre está cerca y es consciente (aunque esté dormida) de los movimientos del bebé (el sexto sentido que les mencioné arriba). Esto le permite responder rápidamente a las necesidades de su bebé durante la noche. Como un plus, esto evita que el bebé se despierte totalmente, pudiendo dormirse más fácilmente.
6. Los bebés que duermen con sus padres lloran sensiblemente menos que los bebés que duermen solos. Así, puede deducirse que su nivel de bienestar es mayor y sus niveles de estrés, menores. Esto incide muy positivamente en su crecimiento físico y en su desarrollo emocional.
7. Dormir juntos refuerza el vínculo afectivo entre el bebé y sus padres. El sueño compartido es beneficioso para la comunicación y la interacción familiar.
8. El tiempo dedicado al descanso constituye, además, un tiempo de calidad que se comparte, evitando la separación forzosa que, en muchas ocasiones, causa angustia al bebé (aunque dependerá de cada bebé).
9. En varios estudios científicos se han encontrado efectos positivos del colecho en relación con aspectos psicológicos del niño que lo practicó en su primera infancia. Algunos de estos beneficios pueden resumirse en: mayor autoestima, mejor comportamiento (más autocontrol), mayor seguridad en sí mismos, más tolerancia al estrés, mayor nivel de optimismo y mayor grado de felicidad.
10. Ganar la confianza y la tranquilidad de poder dormir sin que suponga un estado de miedo e inseguridad en el niño puede llevar años. «Si esa transición se realiza de una forma tranquila, aumentando su seguridad, permaneciendo juntos en la noche hasta que el niño no lo necesite, un día se marchará con asertividad y sin miedo a su propia habitación, habiendo trabajado un apego y un vínculo seguro»
Es muy importante recordar que el colecho se debe practicar de forma natural y no forzada para que se den los beneficios. Ah, y existen mil estudios e investigaciones científicas que recomiendan el colecho hasta más allá de los 3 años por todo lo mencionado y más.
¿Conocías todos estos beneficios?

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